(Por Mari Olcina Simón.- Nutricionista)
25 de febrero del 2018, Argelia campamento de refugiados de Smara.
Comenzamos la experiencia de convivir con las familias saharauis en los campos de refugiados situados en la hamada argelina.
Convivir con las familias es sumamente grato, son unos anfitriones magníficos y hacen que nuestra estancia sea una convivencia completa. La carencia de muebles y enseres en la estancia permite que centremos nuestra atención en las personas y en el acto de la preparación del ritual del té.
Durante esta semana observamos, anotamos recetas y degustamos los platos típicos, que con sencillez y esmero nos preparan las familias, el pan recién hecho, el cuscus con camello y verduras, la sopa de legumbres etc.
Desde nuestra profesión actuamos mostrando pautas higiénico sanitarias en guarderías, colegios y hospitales, medimos y pesamos a los componentes de nuestras familias y valoramos su estado nutricional, estudiamos el agua que consumen, extraída de pozos y con alto contenido en flúor.
El principal objetivo del viaje es el de la sensibilización de mis jóvenes compañeros y el conocimiento de la precariedad y escasez en la que viven, según último informe de ACNUR, 172600 personas, refugiadas sobreviven de la ayuda humanitaria en los 5 campamentos de Tindouf, conocer y denunciar públicamente su situación es fundamental.
A simple vista esto puede parecer poca cosa, pero nada más lejos de la realidad. Los occidentales acostumbrados al estado del bienestar, no solemos dar gracias por tener y disfrutar de los derechos fundamentales que pertenecen a toda persona en razón a su dignidad como son: EL DERECHO A LA VIDA, A LA LIBERTAD, A UNA ALIMENTACIÓN ADECUADA, A LA EDUCACIÓN, ACCESO A UNA SALUD PÚBLICA DE CALIDAD, TRABAJO DIGNO etc.
Cuando regresamos de los campamentos necesitamos un periodo de adaptación para repensar ¿con qué y cómo hemos sobrevivido esa semana?
En los campamentos casi todo lo que utilizamos aquí es innecesario y superfluo, aprendemos que se puede vivir con tan poco dignamente que asusta y nos ayuda a reconocer el consumo excesivo de cosas innecesarias en las que gastamos nuestro tiempo. Porque todo se compra con esfuerzo y tiempo que utilizamos para ganar el dinero que gastamos en obtener objetos.
Nuestro proyecto de ADINU Valencia Solidaria asociado al Saharamaratón, es un proyecto de aprendizaje, más que de enseñanza y espero y deseo que la experiencia vivida en los campamentos no nos dejen indiferentes y que nos pongamos de vez en cuando en el lugar de la gente, la buena gente que nos esperan allí.
22-03-2018
Mari Olcina Simón
Dietista Nutricionista UV
Colegiada 747
Máster en Derechos Humanos, Paz y Desarrollo Sostenible UV