Evolución de los ODS desde 2015: guerras y pandemia que han marcado la ralentización.

Después de ocho años, del inicio de la aplicación de la Agenda 2030, se hace necesario comprender en qué situación se halla el mundo en relación con la erradicación del hambre, la inseguridad alimentaria y la posibilidad de garantizar una agricultura sostenible, por ejemplo, entre otros Objetivos de Desarrollo sostenible. En definitiva se hace necesario saber como ha evolucionado el plan diseñado en 2015. Recordemos que los ODS y la Agenda 2030, se firmó por la Asamblea General de la ONU, con el propósito de hacer frente a grandes desafíos de logro de un futuro mejor, con un mundo más sostenible. Se ponía en el centro a las personas y al planeta. En el momento de la firma, había por delante 15 años de los cuales ya han pasado más de la mitad y desde su adopción, estos han sido una meta para todo el mundo, siendo especialmente una llamada de atención para gobiernos, empresas, sociedad civil y ciudadanía.

La evolución ha sido muy significativa, produciéndose importantes avances en algunos ámbitos, pero también han habido verdaderos obstáculos como la pandemia, las Guerras visibles donde se involucra Europa, así como la crisis energética y alimentaria especialmente en países afectados por los desplazamientos mundiales. Y a pesar de los avances que se hicieron en los primeros años, existe un importante vacío de información al respecto, en cuanto a zonas geográficas, tiempo, desglose de objetivos…. Todo esto marca la dificultad real para el análisis del verdadero ritmo de consecución de objetivos. Según un informe de M&G Investments, estamos en un estancamiento tras el último año 2023. De los 17 ODS, 13 de ellos no han variado, 2 han sufrido desaceleración, mientras que otros 2, se han acelerado, concretamente el ODS 3 y 9. Pero vamos a ir uno a uno.

ODS 1 Erradicación de la pobreza por debajo del 3%. La tasa de pobreza cayó en 2019 según el Banco Mundial, pasando de un 10% al 7,4% en 4 años; esto se debía a la expansión de países de bajo y medianos ingresos. Sin embargo, la pandemia provocó retroceder en el progreso y alcanzó después de la pandemia una tasa de pobreza del 11,7%. Por si la pandemia no fuera suficiente, la Guerra de Ucrania, la crisis energética, el conflicto de Oriente medio y la inflación disparada, sitúan un panorama lejano al soñado. Se proyecta que un 7% de la población mundial, seguirá sumido en la pobreza en 2030 y es fundamental mejorar la preparación para afrontar futuras crisis, tratando de salvar la agricultura y el sistema alimentario mundial.

ODS 2.- Hambre cero. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición en todo el mundo, objetivo que ya iba en aumento desde 2015 hasta 2019, pero que tras la pandemia repuntó y ha provocado inseguridad alimentaria y escasez en los países mas empobrecidos. Esto no es alentador, y se aleja del hambre cero, pues según la FAO,828 millones de personas sufren hambre en el mundo y proyecta que 670 millones de personas seguirá desnutrida en 2030, siendo la gran perjudicada África.

ODS 3.- Salud y bienestar. En las últimas décadas había un gran progreso en garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todas las personas. La esperanza de vida había aumentado a nivel mundial, disminuyendo también la mortalidad infantil y materna significativamente. Se logró un avance en prevención de enfermedades como el VIH, tuberculosis, malaria… Pero el impacto del Covid-19, impactó de lleno, provocando la reducción de la esperanza de vida, aumento de la mortalidad (15 mill en todo el mundo), aumento de enfermedades infecciosas como tuberculosis, paludismo y aceleró las enfermedades mentales con aumento de depresión y ansiedad. Esto ha supuesto la gran amenaza a décadas de avances en todo el mundo y ha detenido el progreso sobre todo de la cobertura sanitaria universal. Como punto positivo, se ha aumentado la cooperación internacional en 2023, en la mejora de la salud global, y se ha reconocido la importancia de esta buena cooperación para el logro de una vida saludable.

ODS 4.– Educación de calidad. En los últimos años, la tasa de alfabetización ha aumentado y se ha logrado importantes avances en la educación primaria y secundaria, en países con bajos y medianos ingresos. Las desigualdades también empeoraron tras la pandemia, con la perdida de la mitad de las clases para casi 150 millones de niños y niñas en el mundo, de los cuales, quizá 24 millones, nunca regresen a escuela. La enseñanza a distancia que se implantó como consecuencia del Covid-19, mejoró algunas de las infraestructuras escolares y hasta 3 millones de ucranianos recibieron clases en un entorno seguro. Pero en países empobrecidos donde la brecha digital es una gran amenaza, no lograron esta mejora.

ODS 5.- Igualdad de Género. El gran retroceso en este ODS también lo ha marcado la pandemia y su crisis, pues ha hecho que la violencia y la las desigualdades contra mujeres y niñas se ha intensificado. 1 de cada 4 mujeres mayor de 15 años, ha sufrido violencia de pareja en su vida. Esto significa que se necesitarían otros 40 años para que mujeres y hombres tengan igualdad en liderazgo político y nacional. Actualmente, solo el 59% de las mujeres entre 15 y 50 años, toma sus propias decisiones en salud sexual y reproductiva. Los compromisos asumidos a nivel internacional para impulsar la igualdad de genero, ha permitido mejoras en algunas esferas solamente, pero la visión de la plena igualdad de género en el área económica, social y política, sigue estando lejos de verse cumplida en 2030.

ODS 6.- Agua limpia y saneamiento. La eficiencia en el uso del agua aumentó un 12% entre 2015 y 2019, aunque ha sido insuficiente y actualmente para avanzar habría que aumentar por 4 el ritmo del progreso. Por un lado el cambio climático seca el planeta a un ritmo de vértigo y por otro lado se necesita más agua para la industria, la agricultura, las urbes y la población. Los ecosistemas se están degradando, más del 85% de los humedales del planeta se han perdido y más de 733 millones de personas viven en países con estrés hídrico alto y crítico. A este ritmo se prevé que en 2030, 1600 millones de personas no cuenten con agua potable; 2800 millones de personas no tengan saneamiento gestionado de manera segura; 1900 millones de personas no dispongan de instalaciones para el aseo diario. ¡Desalentador!

ODS 7.- Energía sostenible. Tras una crisis energética de la que el mundo no se ha recuperado, esta meta está en el punto de mira. Los avances en electrificación y eficiencia energética, deben acelerarse para el alcance de los ODS mundiales para el clima. Actualmente la tasa de crecimiento es del 1,9% y debería llegar a ser del 3,2% para alcanzar el objetivo de 2030.Todavía unas 2.400 millones de personas, siguen usando sistemas de cocina ineficientes y contaminantes. La buena noticia para este ODS es que entre 2010 y 1019, el consumo de energía renovable se incrementó un 25%, pero la proporción de fuentes renovables en el consumo total de energía final, es tan solo del 17%.

ODS 8.– Trabajo decente y crecimiento económico. En 2020, 1 de cada 10 niños seguía participando del trabajo infantil, lo que sumaba la cifra de 160 millones niños/niñas. La covid 19, revirtió los avances alcanzados en trabajo decente para todos y el crecimiento se ha ralentizado. La recuperación económica mundial se ve obstaculizada y amenazada por el aumento de la inflación, los desafíos del mercado laboral, las guerras que han puesto en juego Europa y EEUU i la incertidumbre normativa.

ODS 9.- Industria, innovación e infraestructura. Es el objetivo de construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación. La manufactura mundial se ha recuperado de la pandemia, pero los PMA quedaron rezagados. Las industrias de alta tecnología son mucho más resilientes en las crisis que aquellas de baja tecnología. Las pequeñas industrias no tienen acceso al apoyo financiero para la recuperación de la crisis. Solo 1 de cada 3 pequeños fabricantes se beneficia de un préstamo o crédito. Y las compañías aéreas, luchan por recuperarse de las pérdidas causadas por el parón de la pandemia.

ODS 10.– Reducción de las desigualdades en los países y entre ellos. El comercio internacional es uno de los principales factores impulsores del crecimiento económico, cuyos beneficios han de ser inclusivos y deben contribuir a la reducción de la pobreza y la desigualdad en todo el mundo. Los países de bajos ingresos retrocedieron 10 años en sus progresos relativos a las metas en esta dimensión, a causa de la pandemia. La Guerra de Ucrania, ha aumentado el total de refugiados. En 2021, aproximadamente 5895 migrantes perdieron la vida, el año más letal desde 2017 y 1 de cada 5 personas, sufren discriminación por al menos uno de los motivos prohibidos por el derecho internacional de los derechos humanos.

ODS 11.– Ciudades sostenibles y comunidades para que los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles para todos. Se han implementado políticas y prácticas sostenibles para abordar desafíos como la urbanización rápida, la pobreza urbana, la falta de acceso a servicios básicos y la falta de planificación urbana adecuada. Los países con estrategias locales para la reducción de riesgos casí se duplicó entre 2015 y 2021. A pesar de esto, aún queda tarea por hacer, pues en África subsahariana, menos de 1/3 de los habitantes urbanos tiene acceso conveniente a un trasporte público; el 99% de la población urbana global, respira aire contaminado según la OMS; el crecimiento de ciudades aumenta los problemas de los residuos sólidos urbanos. Por tanto, no dejar a nadie atrás, exigirá una mayor atención a los 1000 millones de personas de barrios marginales.

ODS 12.– Producción y consumo responsables. Los patrones insostenibles de consumo y producción, son la causa principal de la triple crisis planetaria: contaminación, cambio climático y pérdida de biodiversidad. Es necesario potenciar la educación y conciencia pública para fomentar patrones de consumo más responsables. Se ha incrementado la dependencia de los recursos naturales, más allá del 65% y alejándonos de la meta para 2030. También, debido al aumento del hambre en el mundo, todos los países, todos los días registran niveles elevados de pérdidas y desperdicios de alimentos. Hay que redoblar esfuerzos para actuar en toda la cadena de valor, desde la cosecha hasta el consumo, ya que el 13% de los alimentos se pierde después de la cosecha, antes de llegar a los minoristas y un 17% se desperdicia hasta el consumidor.

ODS 13.- Acción por el clima. Ya hace tiempo que se hace urgente tomar medidas para combatir el cambio climático y sus efectos, incluyendo la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la adaptación a los impactos del cambio climático. Y a pesar de los esfuerzos, el cambio climático sigue siendo uno de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad y el planeta. El aumento de las emisiones de gases e efecto invernadero, sigue y el cambio climático está teniendo efectos graves en el medio ambiente y la sociedad. Las emisiones de CO2, relacionadas con la energía aumentaron un 6% después de la pandemia, con los niveles más alto de la historia y de continuar a este ritmo, provocará: perdida del 79-80% de los arrecifes de coral si sube al 1,5ºC y su extinción total si sube a 2ºC; subida del mar entre 30-60 cm para 2100; desplazamiento de más de 700 millones de personas a causa de las sequías; desastres de mediana y gran magnitud, aumentando un 40% de 2015 a 2030.

ODS 14.– Vida submarina. El objetivo de conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos, se encuentra muy lejos de la meta, ya que nuestros océanos están en grave peligro debido a:

  • La contaminación marina por plásticos, pues más de 17 millones de plásticos se vertieron en el océano en el 21 y la cifra se duplicará de aquí a 2040.
  • La sobrepesca: se necesita doblar esfuerzos para apoyar a comunidades pesqueras en pequeña escala y asegurar la ordenación sostenible de océanos.
  • Acidificación que amenaza la vida marina y limita la capacidad de moderar el cambio climático que tiene el océano, el cual absorbe 1/4 de las emisiones de CO2.
  • Calentamiento del Océano, registrando el dato más alto de la historia en 2022.
  • Eutrofización, que es el proceso de contaminación más importante por el cual los océanos se sobrecargan de nutrientes procedentes de actividades humanas y quedan inhabitables.

ODS 15.– Vida de ecosistemas terrestres. La continua deforestación, degradación de la tierra y ecosistemas y la pérdida de la biodiversidad por todo el mundo, pone en riesgo el bienestar humano y desarrollo sostenible. La superficie forestal del mundo, ha disminuido en 100 millones de ha desde 2000. Sin embargo, esta perdida de bosques, parece haberse reducido en los últimos, y eso que 10 millones de ha se destruyen cada año por la expansión agrícola de latifundios. (90%). En 2030, 40 mil especies estarán en peligro de extinción y esto aleja de la meta.

ODS 16.– Paz, justicia e instituciones solidas. En busca de la promoción de sociedades pacíficas e inclusivas, sin embargo, la venta de armas del primer mundo para hacer las Guerras, no hace más que alejarnos de conseguir esta meta. Actualmente, el mundo es testigo del mayor número de conflictos violentos desde 1946: la crisis de Oriente medio que ya es un genocidio israelí sobre Palestina, la famosa guerra de Ucrania que se visibilizó en todos los medios de comunicación con las sanciones a Rusia, la ocupación ilegal de Marruecos sobre el Sahara Occidental que ha perpetuado a los saharauis a casi medio siglo de refugio y hambruna en campamentos mientras el Gobierno español mira hacia otro lado,…, son algunas de las amenazas para la consecución de esta meta. 1/4 de la población mundial, vive en países afectados por zonas en conflictos y 100 millones de personas, han sido desplazada de forma forzosa en el mundo según datos de mayo de 2022. Los homicidios se redujeron entre 2015 y 2020, pero aún no alcanza la reducción significativa propuesta para 2030.

ODS 17.– Alianzas para lograr objetivos y fortalecer medios de implementación y revitalizar la Alianza Mundial para el desarrollo sostenible. Destacamos aquí el aumento de la deuda que amenaza la recuperación de los países en desarrollo. La pandemia, por otra parte, aceleró el acceso a internet, pasando del 54% de personas con acceso en 2019 al 63% en época de covid 19. La financiación para este sector ha sufrido un estancamiento y la financiación para los datos específicos de los ODS, disminuyeron después de 2020, lo que ha provocado grandes vacíos y retrasos en los datos de los países más necesitados. La Alianza Mundial, está en peligro para el desarrollo sostenible.

En conclusión se puede destacar tras estos datos, que ha habido un leve progreso significativo en la implementación de los ODS en todo el mundo, pero no todos avanzan a la misma velocidad y queda un camino importante por recorrer. Este análisis no debe desanimarnos, al contrario, debe situarnos en lo que hemos hecho para doblar esfuerzos, medir y abordar desafíos, avanzando hacia un futuro más sostenible e inclusive para las sociedades del mundo. Sigue siendo tarea de todos cuidar en todo detalle aquello en lo que podemos contribuir, sin caer en el error, de que solo los Gobiernos pueden avanzar.

Bibliografía: https://unstats.un.org/sdgs/report/2022/The-Sustainable-Development-Goals-Report-2022_Spanish.pdf https://www.mandg.com/~/media/Files/M/MandG-Plc/insight/sdg-reckoning-report-2022-final.pdf

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