Las bicicletas alegran los campamentos saharauis

Quizá haya quien piense, que las bicicletas no son artilugios para un desierto con población refugiada. Sin embargo, cabe decir que es la diversión de niños y niñas saharauis, que han nacido y crecido en un desierto. Muchas llegan de España, otras compradas en los campamentos. Ya no se trata de algo caro que una familia de acogida no se pueda permitir regalar.

El terreno es duro y pedregoso, aunque hay dairas y wilayas donde las dunas de arena crean un paisaje infinito. Las haimas y construcciones, se levantan sobre el terreno menos arenoso. Y allí, a lo largo de calles estrechas serpenteantes, con piedras y tiendas alrededor, ves pasar niños, sobretodo, a toda velocidad. Algunas bicis, están viejas y piensas que es imposible que caminen, pero en este lugar de África, donde han florecido corazones, coches y bicis, circulan sin fecha de caducidad pasando de unos a otros.

Después de las lluvias intensas, salen a lucir sus bicis. Algunas mojadas rescatadas desde los escombros, pero disfrutando de las pequeñas cosas y los pequeños placeres que da el tener una bicicleta en el desierto. Emg

📷 Imágenes del perfil de Facebook de Barbara Weingartner

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